Según wikiHow , hay los siguientes 4 métodos:
Método 1: Ligeramente húmedo
- Sacar la mayor cantidad de líquido posible del libro sacándolo del charco y sacudiendo cuidadosamente el líquido.
- Borrar las páginas afectadas, preferiblemente con una toalla (de tela, no de papel).
- Evaluar cuánto del libro se ha mojado. Si una cierta porción está todavía seca, inserte algo entre la porción húmeda y la seca para evitar que el líquido lo empape todo mientras se prepara para el siguiente paso.
- Enchufe su plancha. Gire la plancha a una posición muy suave (seda, por ejemplo) y espere a que se caliente. Apague el vapor.
- Coloque el libro en la tabla de planchar y seleccione cuidadosamente una página húmeda. Tenga cuidado de no romperla.
- Tome un trozo de papel absorbente como una toalla de papel (o un trozo de papel higiénico) y colóquelo sobre la página mojada del libro.
- Coloque la plancha caliente sobre el pañuelo de papel y muévalo con cuidado de un lado a otro. Si no puedes hacerlo sin crear arrugas en el pañuelo, presiónalo hacia abajo, luego levántalo, colócalo un poco a la izquierda o a la derecha de tu lugar original y continúa. 8. Revise la página debajo del tejido para ver cuán seco está. Repita el paso anterior hasta que logre la sequedad deseada. Continúe con este método hasta que haya secado todas las páginas afectadas de su libro. Use nuevos pedazos de papel absorbente para cada página, según sea necesario.
Método 2: Empapado - Si su libro cae en algo de agua y está flotando.
- Compruebe cuidadosamente la posición del libro mientras flota e intente cogerlo con cuidado. Ponga sus manos en el agua debajo del libro y levántelo para no romper el frágil papel.
- Si el libro está completamente empapado, intentar el método anterior rasgará el papel. Si incluso la cubierta está mojada, debes poner el libro en una superficie caliente y limpia. Las buenas opciones son la cubierta de un barco al sol, un balcón, el capó de un coche o el suelo de hormigón, si lo miras para que nadie más lo recoja.
- Intenta acceder a la extensión del daño intentando dar la vuelta a las páginas del libro. Si puedes ver la siguiente página escrita a través de la primera no las separes.
- Voltea el libro de vez en cuando, para asegurarte de que se seca por completo.
- Cuando las páginas son lo suficientemente duras para leerlas como un libro normal pero aún se siente húmedo, puedes intentar el primer método usado arriba para cantidades más pequeñas de líquidos.
Método 3: Usar un secador de pelo. Esto funciona bien tanto para libros húmedos como empapados.
- Alisar cuidadosamente las páginas.
- Secar a alta temperatura a 10 centímetros de la página en un secado lento.
Método 4: Hacer orejas de conejo. Este método ayuda a la circulación del aire y evita que las páginas se peguen entre sí.
- Doblar cada esquina de la página húmeda, 2-3 centímetros hacia el centro de la página, sin presionar el lazo que se formó.
- Puede saltarse una página de vez en cuando.
- Repita para ambas esquinas “abiertas” o sólo una esquina, depende del nivel de humedad.
- Deje que se seque.