Almacenamiento
Consigue un contenedor de plástico hermético y cúbrelo con toallas de papel. Coloca un trozo de pizza sobre las toallas de papel, y luego coloca más toallas de papel encima. Si tiene más de un pedazo de pizza, repita hasta que todos los pedazos estén almacenados. Si planeas comer la pizza en las próximas 24 horas, guárdala en la nevera. En cualquier momento más largo, guárdala en el congelador.
Recalentamiento
Antes de recalentar, deja que la pizza se caliente a temperatura ambiente/
Horno (mejor cuando tienes mucha pizza)
Precalienta el horno a 400o. Coloca la pizza en una bandeja de hornear y hornea durante 15 minutos. La pizza es buena si el queso es burbujeante y crujiente en puntos.
Horno tostador (mejor para una o dos rebanadas)
Precalentar a 400o. Poner la pizza en el horno y hornearla durante 10 minutos. El queso debe tener un aspecto burbujeante y pegajoso.
Microondas (más rápido, pero menos efectivo)
No sólo ponga la pizza (en un plato apto para microondas suele ser lo mejor) en el microondas, sino que también ponga un vaso medio lleno de agua. El agua evitará que las olas de calor penetren profundamente en la pizza, haciendo que sólo caliente la corteza y el queso. Recalentar durante 30 segundos.
Fuente: WikiHow